29 de julio de 2010

Preparando preparativos

Ya dije yo que iba a ir a más, y sí. Todo se complica. Tanto que he perdido las ganas de escribir en este blog.
Afortunadamente, el día 7 nos vamos de vacaciones. Así que aprovechando que hay poco trabajo, estoy preparando los preparativos. Que no es poca tarea. No hablo de las múltiples reservas de coches, hoteles, casas rurales, etc, que eso lo tengo listo desde hace semanas, sino de lo que significa planear las vacaciones primero con un gato, y luego sin él.
La semana que viene nos llevamos a Federico en sus primeras en el extranjero. Serán 6 horas de coche. Acabo de comprar por Internet un cinturón de seguridad y una reja. Creo que está prohibido tener al animal suelto pero quiero pecar de previsora. El transportín está muy bien pero 6 horas son muchas. Y bueno, eso de que está muy bien, no sé yo. El otro día le hice un arreglo a la portezuela tipo McGyver. Porque en una de esas se me escapa y no lo vuelvo a ver.

2 de julio de 2010

Top manta



Por fin tengo aire en el despacho. Yo con un calor de la muerte y el resto de la gente con rebequitas. Salía al pasillo y era como meterse en la cámara de la Frigo pero sin Frigodedo. Ayer por fin me di cuenta: el agujero de la ventilación estaba tapado. Con medio rollo de papel de plata. Sí, en mi oficina el departamento de ajustes y arreglos (el chispas, de toda la vida, vamos) es high tech total. Cuando por fin lo han destapado, han salido volando todos los papeles que tenía encima de la mesa. Por eso estaba tapado, claro. Ahora he puesto sujetapapeles por todas partes: una manzana, la calculadora, el móvil, un libro, la grapadora, el estuche de las gafas. Soy como un top manta de restos de serie.