17 de enero de 2011

Una gran receta

Soy tan mala pero tan requetemala cocinera (exceptuando honrosas excepciones), que a la que algo me sale bien, me siento heredera del difunto Santi Santamaría.

El otro día mejoré mi receta de wok de verduras con arroz basmati, hasta el punto de que vale la pena colgar el paso a paso.

Paso 1. Cortar una hermosa berenjena en cuadraditos regulares, procurando no tirar la mitad fuera de la tabla de cortar.
Paso 2. Cortar un calabacín y los champiñones de París en trocitos y láminas respectivamente, y reservar en un colador.
Paso 3. Poner el wok con un poco de aceite a calentar , y una cazuela con agua a hervir. Esto se llama optimización del tiempo.
Paso 4. Cocer las verduras en el wok, cuidando de remover de vez en cuando y no distraerse mirando las musarañas. Mientras tanto, cocer el arroz que no hay que remover sino todo lo contrario, y añadir un poquito de mantequilla en la cazuela según las instrucciones leídas a última hora en el paquete.
Paso 5. Emplatar y tomar foto del suculento manjar.

16 de enero de 2011

El reto

Esta noche he soñado algo muy raro. Estaba cenando con mi padre, que no era mi padre, si no un playboy cuarentón, con el pelo rizado, y le contaba lo que me había explicado mi amiga R unos días antes. R había descubierto que su padre tenía tres cédulas de defunción, y se había escapado del pisquiátrico para confrontar los hechos con su madre en Nochebuena. La madre no había tenido más remedio que abrirle la puerta y mi amiga había descubierto que los papeles de la muerte de su padre ya no estaban en la caja fuerte. A la mitad del relato, a mi padre le daba un yuyu y yo pensaba que se había atragantado con una endivia. Se quitaba la chaqueta para que le diera el aire, y entonces se le caía un caja con unas pastillas y dos papeles de fumar, y a mi me parecía todo muy sospechoso, en particular porque me había dicho que estaba preparando un viaje a Lisboa y yo me imaginaba que tenía una amante que le estaría esperando. Después, se recuperaba y se iba con un bebé que tenía por ahí y yo le seguía para cuidar al bebé. Ibamos a su casa y abría la nevera para coger leche pero la nevera estaba muy sucia y la mantequilla mucho más. 
Cuando me he despertado, le he contado el sueño entero a  la P. con pelos y señales.
—Si utilizaras la energía que gastas en tus sueños en aprender a cocinar, serías como Martín Berasategui.
Como me he picado, voy a preparar ahora mismo un plato de mi invención: verduras al wok con arroz basmati. Sí, ya lo sé, el plato no es muy original, pero el modus operandi seguro que sí.

7 de enero de 2011

Londres diferente

Después de haber ido tropemil veces a Londres, de nuevo se imponía un circuito diferente. Esta vez con la particularidad de que 1) llegábamos la noche de fin de año, y 2) coincidíamos unos días con mi hermana y su familia. Lo mejor: la casa que nos dejan unos amigos de mis padres en el barrio de Kilburn, que es como la mansión de los Plaff versión british. Como siempre que me toca ir a Londres, un tiempo soleado y magnífico casi todos los días, aunque obviamente bastante frío.
Esta es la reseña de lo que hicimos esa semana. Llevábamos apuntado un circuito diferente y la verdad lo logramos bastante.

Sábado 1
Nos levantamos y salimos a pasear por el barrio. No hay nadie, por lo visto no es costumbre salir a hacer turismo por ahí. Al final encontramos una pastelería donde todo tiene un aspecto delicioso y compramos croissants y pastelitos. Cogemos el metro y nos bajamos en Embankment para ir a ver la Somerset House, que había visto en la pelí Last Chance Harvey y no conocía, y eso que he debido pasar unas 40 veces por ahí delante. En invierno tienen habilitada una pista de patinaje sobre hielo. Después del obligado pero rápido paseo por Covent Garden y Soho, comemos en un pequeño café escondido en una placita (el Neals Yard Salad Bar),


y nos refugiamos del frío en la National Portrait Gallery. Al salir, nos encontramos con un concierto de Navidad a punto de empezar en St. Martin in the Fields así que decidimos quedarnos. Los asientos incomodísimos pero el ambiente y la música valen la pena. Cenita en casa. Compramos la comida en un supermercado paki del barrio, que nos parece mucho más interesante que el típico Sainsbury.

Domingo 2
Larguísima caminata por Kilburn High Street pasando por Maida Vale y hasta Little Venice. Paseamos por toda la orilla de los canales y os congelamos gracias a un señor encantador pero un poco pesadito que nos explica la historia de Little Venice, nos enseña su barco por fuera, y nos tiene ahí un buen rato asintiendo, pero la conversación vale la pena.


Comemos en un turco por Marylebone y por la tarde acompañamos a mis sobrinas al Madame Tussauds: cosa más hortera imposible pero nos reímos un montón con los mosquitos. Al salir, las dejamos con sus padres en Trafalgar Square y vamos a tomar un chocolate por el Soho para calentarnos un poquito. Seguimos el paseo hasta Fritzrovia, nos tomamos una cerveza y volvemos a cenar a casa. 

Lunes 3
Hoy quiero enseñarle un puente muy bonito y de color verde a la P, pero no estoy segura de cuál es. Dudo entre uno que está cerca de Hammersmith y el Putney Bridge, y me decido por este último, pero cuando llegamos después un trayecto interminable, resulta que no es. Mala suerte. Estamos al lado del río así que emprendemos el paseo por la orilla y por unos barrios bastante desangelados hasta llegar al sur de Chelsea. De repente, al volver al río, un barrio nuevo bastante espectacular.

Comemos un pelín tarde en The Botanist, en Sloane Square, bastante bien. Después de comer, vamos al Science Museum un rato a atemperarnos del frío. Al salir, entramos en Harrod's, compramos comidita en la sección delicatessen que la P me enseña porque yo no la conocía, y volvemos a cenar las suculencias en la mansión.

Martes 4
Desayunamos y tomamos el autobús a Victoria Station. Nos topamos de repente con la Westminster Cathedral, la catedral católica de Londres que no conocíamos. Seguimos hasta la Tate Gallery. Al salir, vemos que el tiempo se empieza a poner de color de hormiga. Llegamos a la Westminster Abbey cuando empieza a llover y aunque la entrada cuesta un huevo, decidimos pagar. La verdad, vale la pena.

Al salir, sigue lloviendo, así que cogemos un bus a Aldwych porque queremos comer en el Moti Mahal, a pesar de la hora un tanto extraña para nosotros (las 5), ya que la vez anterior no pudimos. Comemos-cenamos de perlas y después de algunas dificultades a la hora de pagar por culpa de las tarjetas VISA, salimos a la fría tarde a pasear un poco más.

Miércoles 5
Cogemos el metro hasta Kew Gardens. El cielo gris, pero no llueve. Entramos y salimos a todos los invernaderos posibles y paseamos durante horas por el parque.

Comemos en un restaurantito en Richmond y volvemos a Londres para visitar el Imperial War Museum. Como siempre en los museos de Londres, llegamos un pelín tarde y nos echan antes de acabar de verlo, pero nos chupamos la simulación del bombardeo de Londres. Impresiona pero poco. Cenamos en nuestro japo favorito, el Tokyo Diner en China Town, y volvemos a casa.

Jueves 7
Desayunamos y llevo a la P a mi mercado favorito de Londres, el Borough Market. Extrañamanente, no hay mucha gente ni muchos puestos, será que es jueves. Entramos en la Southwark Cathedral y nos hacemos los longuis para no pagar. Cruzamos el río y caminamos por la City para hacer tiempo, ya que a las 3 tengo una reunión de trabajo en Islington.

Comemos en un japo de la cadena Yo Sushi cerca de Angel Station. La comida no es nada espectacular pero nos hinchamos de miso shiru ya que prácticamente hay barra libre,  y me voy a mi reunión. Al salir, caminamos un buen rato por los canales de Islington hasta Moorgate, un buen paseo, la verdad, y ya que estamos cerca, entramos al Museo de Londres, pero de nuevo es tarde y nos vuelven a echar antes de acabar de verlo. !!!Tendremos que volver una tercera vez!!! Hace un frío de mil pares de cojones, pero seguimos andando y vamos a parar a la zona de detrás de St Paul's Cathedral por unas callecitas preciosas y misteriosas. Cruzando New Bridge Street, llegamos a la zona de Temple y por fin entiendo porqué se llama así. Además es la zona de los juzgados, con patios privados,  casas y parquecitos iluminados con las luces de Navidad, precioso.
La P se enfada porque dice que nos estamos metiendo en medio de propiedad privada, pero yo digo que mientras no nos peguen cuatro tiros, podemos seguir. Subimos por el Clements Inn Passage y nos adentramos por otra zona, llena de plazas, la London School of Economics, la P se vuelve a enfadar porque está cansado y todo parece propiedad privada y al final claudico y nos vamos a casa. Yo es que seguiría caminando....

Viernes 7
Ultimo mañana en Londres. Nuestra misión es reponer las cápsulas de Nespresso que nos hemos gastado. Nos dicen que en Belsize Park hay una tienda, y como el barrio suena bien y está reltivamente cerca, pará allá que nos vamos, pero no la encontramos, así que no tenemos más remedio que ir a Oxford Street, lo cual me da bastante palo porque me engento. Al final no está tan mal, nos dicen que tienen las cápsulas en Sefridges, unos grandes almacenes, y la verdad son chulísimos. La P me tiene que sacar a rastras,  y eso que en general odio este tipo de tiendas. Compramos algo de comida para comer en casa,  nos despedimos de nuestra mansión de millonarios y nos vamos al aeropuerto.

De la lista, ha quedado pendiente mi puente verde de Hammersmith, Saint John's Wood y un poco mejor Belsize Park. Será para la próxima vez.