Con esta historia de las hormonas que me he tenido que inyectar, estoy últimamente que no doy pie con bola. Esto es todo lo que he logrado hacer mal en los últimos días:
- Perder el DNI, junto con 20 euros y la llave de la caja fuerte de un hotel
- Dejarme la chaqueta en una sala de conferencias del mismo hotel
- Dejarme los zapatos y las gafas en el armario (del hotel)
- Ir a recepción a hacer el auto check-in y salir corriendo porque me estaba dando un ataque de calor, ante el pasmo de la recepcionista que a esas alturas ya me tenía un poco vista
- Olvidarme de una persona a quien me acababan de presentar, y decirle que no la he visto en mi vida ante su cara de estupefacción
- Imprimir unas hojas, ir a buscarlas a la impresora del despacho vecino, y llegar a mi mesa con las manos vacías
- Llegar a clase de pilates una hora y cuarto tarde pensando que sólo era un cuarto de hora tarde
- Quedarme en blanco en una reunión de trabajo y no tener ni idea de qué me están hablando
- Confundirme de día, de hora y hasta de mes
- Entrar en una farmacia y ponerme a llorar ante tres farmacéuticos desolados
Continuará.
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