6 de noviembre de 2011

Pastel de nada y otras delicias

Tengo el blog o mejor dicho los blogs muy abandonados, me está fallando la inspiración, que no es que haya tenido mucha nunca, pero ahora estoy en niveles bajísimos.
Lo que sí que he hecho son pinitos culinarios que quería enseñar por aquí, a falta de otra cosa. Por ejemplo, mi primera tortilla de berenjenas:


No es por nada, pero para ser una inútil total, las tortillas me salen la mar de bien. 

Hace unas semanas, no tenía nada en la nevera excepto dos calabacines mondos y lirondos, así que puse en Google: "pasta & calabacines", y como en Google sale todo lo habido y por haber, a mi me salió esto:


¿A que se vé delicioso? Pues lo estaba.

Y hoy domingo, después de cinco días de lluvia seguidos y toda la mañana leyendo, me ha dado por hacer un pastel. Pero claro, estamos en las mismas. No tengo casi nada en la nevera, ni mantequilla, ni yogures, ni chocolate, y el reto se las trae. Que es muy fácil cocinar con ingredientes, pero sin ingredientes, a ver quién es el guapo que se atreve. Más o menos, el proceso ha ido así. La receta de un "simple bizcochito" de Nata-Limón (que he encontrado poniendo gugleando "Pastel de Nada") decía:
  1. 3 huevos. ¡Qué bien, tengo 5! Me quedarán 2 para la cena. 
  2. 230 gr de harina. Creo que tengo un poco, voy a medir lo que hay... ¡Qué casualidad! Si es casi lo que necesito, faltará un poco pero da igual.... ¡seguimos!
  3. 180 de azúcar. A ver, dónde está el azúcar, sí, por aquí tengo un poco.... voy a medir... bueno no llega a 180, ni siquiera a 150, pero oye, qué más das, así no engordará tanto.
  4. 80 ml de aceite de girasol. Recuerdo vagamente una botella que no uso nunca al fondo de la despensa. ¿Será comestible?
  5. 200 ml de nata. ¡Anda, pero qué suerte! ¡Si tengo un pote medio abierto! Claro que lleva ahí unos cuantos días, más bien unas cuantas semanas, hmmm, sí, desde el día de la pasta con calabacín, y de esto hará unas cuantas semanas... Mejor si lo huelo, hmmm, no sé yo, no quiero envenenar a nadie, paso, paso, pondré leche, que esta mañana me ha sobrado un poco del café con leche, y así la aprovecho.
  6. 1 sobre de levadura royal. Ahh, de eso seguro que tengo, que un pote me dura entre 5 y 10 años.
  7. la ralladura de un limón. ¡Oh maravilla! TENGO UN LIMÓN, no sé desde hace cuánto, pero ahí está, más majo él.
  8. 3 gotitas de aroma de limón. Buenoooo, como no ponga Pril limón...
Total, que con casi todos los ingredientes medidos y desparramados por la cocina, me he puesto a ello. A pesar del cambio de la nata por leche, que me ha faltado azúcar, que no ha habido manera de rallar el limón, que no he puesto toda la harina porque me ha parecido demasiado, que no la he tamizado junto con la levadura, que además la levadura la he puesto a ojo, que el aceite lo he medido sin gafas, que no tengo batidora de varillas, me ha salido esto:


Desde fuera, no se ve nada mal.
Mientras se horneaba, le he mandado un mensaje a la P, que está de retiro espiritual y vuelve esta tarde:
- ¡Sorpresa!
- ¿Cuál?
- Está en el horno, se está gestando. Pero puede salir al revés.
- ¡¡¡Vivaaaaaa!!!
Qué fé tiene en mi este hombre de bien. La que no tiene tanta, soy yo:
- Tú por si acaso, ven merendado.

2 comentarios:

Doctora Anchoa dijo...

¿Cómo que eres torpe en la cocina? Pues a mí me parece que más bien al revés, te veo muy apañada ;). Veo y copio, que lo sepas XD.

Miss Wu dijo...

Doctora Anchoa, eso es que me ves con buenos ojos.