De nuevo, he dejado pasar muchos días sin escribir. Y eso que ya voy por el segundo pastel.
Segundo viaje a Francia de Federico, a otra casa rural. Nos llevamos la cámara para hacer fotos del evento, pero con el frío que hacía, no salió de la maleta. La cámara, no Federico. Federico se pasó cuatro días a un radiador pegado. Total, que no tengo ni una sola foto, a la gran desesperación de la P. que dice que sin fotos no hay recuerdos. Yo discrepo. Sé que pasamos un frío de mil pares de narices, que esquiamos dos días y que nos hicimos un hartón de comer queso.
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