11 de marzo de 2013

Garbansos

Cuando ya pensaba que no iba a ser capaz de emularme a mi misma, me sorprendo con un nuevo experimento culinario que permite sacar a relucir mis habilidades para salir airosa de cualquier receta, por sencilla que sea. Y es que desde que soy ama de casa, se me ha abierto un mar de posibilidades. 
El fin de semana pasado, se me ocurrió preparar por primera vez en mi vida los garbanzos que me trae, sin yo quererlo ni beberlo, la cesta de Disfruta y Verdura. En condiciones normales, se los habría regalado a mi madre, pero justo concurría una circunstancia absolutamente única y que es esta:

Es decir, tener en la nevera algunos ingredientes para poder hacer algo más que un cocido de postguerra.
Ejem ¿no me digas que vas a hacer garbanzos?
Fíjate si los voy a hacer, que los pongo en remojo ya mismo para prepararlos mañana.
Creo que mañana he quedado.....

Al día siguiente, hacia la una, me pongo manos a la obra.  Como son mis primeros garbanzos chispas, recurro a Google y encuentro una receta que requiere más o menos lo que tengo. En realidad me falta media cebolla, dos zanahoria, el ajo, el perejil y el tomate frito, pero eso es pecata minuta. Buena soy yo.
Siguiendo la receta, empiezo  a picar la cebolla.
Luego el calabacín.
En eso vuelve la P de jugar a paddle, que de verdad, desde que vivimos juntos, tiene más vida social que una celebrity
Como a mi los garbanzos me soplan la pestaña, lo cojo por el cogote para que colabore un poco:
Mírame qué pone en la receta sobre las zanahorias, anda.
¡Y yo qué sé!
Pues eso es lo que te pido, ¡¡¡que lo mires!!!
Refunfuñando, lee la receta.
Que las peles y las cortes a trocitos.
Esto es fácil, corto mi única zanahoria con mucho esmero. Dan ganas de guardar los trocitos embalsamados para la posteridad.
Oye, mientras acabo con esta obra de arte, rállame esos cuatro tomates que están a punto de caramelo, así los aprovechamos. 
Hmmm ¿con qué los rallo?
Con el rallador, ¿con qué va a ser? ¿Con la lima de los pies?
Coge un tomate, y entero y orondo lo empieza a rallar.
¿¿Pero qué haces rallándole entero?? ¡Pártelo en dos, que te va a explotar!
¿Y a mi qué me cuentas? Habérmelo dicho. Yo obedezco órdenes estrictas y concretas.
Ya veo, ya....
Mal que bien, ralla mis cuatro tomatitos y se esfuma. 
Pongo aceite en una cazuela y echo la cebolla y la zanahoria a rehogar con un poquito de ajo en polvo que he encontrado por ahí, y a los 10 minutos (en realidad 5 porque me puede la impaciencia y el olor a chamusquina) los calabacines.
Al cabo de un rato, añado los garbanzos escurridos, el tomate triturado, un puñadito de azúcar y un suspiro de sal. 
Remuevo un poco y añado dos vasos de caldo Avecrem que he preparado en paralelo. Todo va viento en popa, no me ha faltado casi nada. Y eso en mi, es inaudito.
Bueno, ¿y ahora? ¿Cuánto tiempo lo dejo al fuego? Voy a ver qué sigue después de lo del caldo: 


¿Cómo que «avive el fuego y deje cocer cuando empiece a hervir a fuego lento hasta que todos los ingredientes suelten su sabor»? Esta frase no tiene ni pies ni cabeza. ¿Y yo cómo sé si los ingredientes sueltan su sabor o se lo guardan para ellos en plan egoist egoist? ¿Y después? ¿Cómo que «sirve en el plato»? ¿Cuánto tiempo tiene que hervir? No entiendo nada.... 
En eso, vuelve a entrar la P a ver cómo va todo.
Hmmmm, ¡qué buena pinta!, dice para hacerse perdonar.
Pues buena pinta, no te digo que no, pero yo creo que aquí falta algo.
Vuelvo a leer la receta, esta vez desde el principio.

Glups... Creo que me he equivocado.... Dice garbanzos COCIDOS, no remojados como los míos. ¿Y ahora qué hago? Son casi las 2 y tengo a la P aquí relamiéndose.
Bueno, a ver, que no cunda el pánico. Voy a hacer lo que hice un día con mi pastel de manzana
Aprovechando que los garbanzos crudos se han ido al fondo de la olla, separo los garbanzos de la mayor parte de las verduras. 
Añado agua caliente, tapo mi ollita de garbanzos y dejo cocer. Calculo que estarán listos .... en unas 4 o 5 horas.
Oye, que comeremos ensalada y unos palitos de merluza ¿¿¿eeeh???
Valeeeee.
Y los garbanzos los dejamos para cenar ¿¿eh??
Que sííííí...
Y efectivamente, esto fue lo que cenamos.
Estaban buenísimos. 
Pero estoy segura de que la P, por mi, se los hubiera comido hasta crudos. 

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