4 de marzo de 2013

¿Qué comemos hoy?

El viernes pasado se quejaba la Claire de Lune que no he posteado nada últimamente. Esto es como cuando en el cole se me ocurría participar en un debate y al final del mes el comentario del profesor era "no participa lo suficiente". Tócate las narices.... por una vez que cuelgo algo.

En fin, como ella sabe que me pico enseguida, voy a postear algo que llevaba tiempo en la antecámara, nunca mejor dicho: las fotos de la preparación de los canelones de espinacas que hice en San Esteve para nada más y nada menos que 11 personas (mi récord absoluto de comensales). Lo malo es que solamente tengo fotos (no tengo ni la menor idea de dónde saqué la receta) y ni siquiera tengo la secuencia completa, pero más o menos la cosa fue así:

Primero corté una cebolla (o dos, o tres o cuatro o vete a saber, solo sé que lloraba y lloraba). 


Mientras tanto herví las espinacas. Aquí estamos igual, no recuerdo cuántas, pero sí recuerdo muchas, muchas espinacas que sobresalían por todas partes.


Una vez hervidas, las escurrí ferozmente para que no me pasara lo que ya he reseñado anteriormente. A partir de ahí no sé muy bien qué hice. Parece ser que las mezclé con algo.... que puede haber sido Mascarpone o Mató o algún queso blanquito y blando (lo digo por que por ahí asoma un tarro de Mató).

Mezclar mezclé bastante, porque ahí veo dos cucharas y el color ya ha cambiado (no digo que a mejor, digo que ha cambiado).


En algún momento, si la vista no me engaña, debí añadir queso rallado.


Y para que se vea que la receta era elaborada, añadí algo así que sin lupa parecen piñones, pero igual era bacon, o igual ambos dos.

La cuestión es que en algún momento debí decidir que el relleno ya estaba listo y por lo tanto podía empezar a hacer mis canelones. Y aquí está la prueba. 


De lo que no tengo foto es del resultado final aunque como hice canelones para 200 todavía tengo algunos en el congelador.

Y la pregunta es: ¿¿se podrán comer todavía??

Si es que sí, a la P ni mu.

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