1 de febrero de 2012

Crema de zanahorias, puerros y col


Muy contratuitivamente, tengo la nevera hasta los topes, por lo menos para mis estándares, y eso no me gusta nada. Tengo la sensación de que no podré acabármelo todo y que se me echará a perder. De manera que ayer noche, al volver del trabajo, decidí matar unos cuantos pájaros de un tiro y prepararme un crema de verduras. Los pájaros fueron: una patata, dos puerros, seis zanahorias, media col, y no puse los limones porque me pareció que no pintaban nada en esta receta, por mucha inventiva que tenga una.


Empecé cortando los puerros en láminas finas. Ya he aprendido que sólo se come la parte blanca y que los pelos se los puedo dar a Federico para que se piense que son una nueva mascota.
Luego corté las zanahorias en redondelitos que empezaron siendo muy finos pero los últimos trozos ya no tanto. Es que cortar zanahorias es muy aburrido...
Con la media col, me entró una duda existencial: así con las hojas tan apretaditas ¿hace falta lavarla? Por si acaso, después de cortarla a trozos, la lavé bajo el grifo.
Finalmente cogí la patata y la corté también en trocitos, que eso se me da muy bien.
Hasta ahí todo fácil.
La segunda parte se basó en la improvisación, experiencia anterior y sentido común, que algo de eso tengo. En una cazuela puse un resto de mantequilla, un chorro de aceite y cuando se fundió la mantequilla eché los puerros y las zanahorias. Enseguida me di cuenta de que las zanahorias deberían haber ido después, así que intenté  sacar los trocitos a mano, pero no pude con todos.
Mientras tanto en una olla, puse agua a hervir con una pastilla de caldo de verduras y mi col higienizada.
Fui removiendo los puerros con las zanahorias invitadas, y al ratito volví a añadir las expulsadas para que se reunieran con sus hermanas, tapé la cazuela y me fui a whatsappear un rato, que no es que esté yo enganchada, nooo...

Cuando volví al mundo de los mortales, la verdura se estaba empezando a pegar, así que con un cucharón hice una emulación del traspaso del Tajo con el caldo y la col. A la media hora, di por terminada la cocción con el criterio inapelable me he cansado de esperar
Entonces con mi nuevo minipimer, trituré la verdura y luego la pasé por el chino, que también estaba sin estrenar. Me quedo una crema finísima con un color naranja y un olorcito buenísimo.

El resultado es que me comí dos platos enooormes y se me olvidó hacer la foto del plato, así que este es el tupper que le he preparado a la P.
Por cierto este fin de semana me instalo en su casa, porque quedarme en la mía o meterme en la nevera, ahora que ya hay más sitio, viene a ser lo mismo.

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