Sin saber muy bien qué hacer con dos puerros de mi supercesta, tres huevos y una enorme cebolla que estaban muertos de risa en la nevera, he ido al súper a inspirarme y me he decidido finalmente por una quiche de puerro y salmón. He comprado pasta brisa, un pote de crema ligera y un sobre de salmón y me he ido para casa.
He rehogado la cebolla y luego he añadido los puerros, todo bien cortadito. He añadido al final medio calabacín casi deshauciado y he dejado que se hiciera un buen rato. Luego he cogido dos huevos y medio (media clara se me ha caido al suelo), los he batido con la crema de leche y luego he mezclado las verduras y el salmón cortadito (tengo la duda de si los puerros y la cebolla son verduras, digo yo que sí). He puesto la pasta brisa en mi molde desmontable de tarta, he echado la mezcla bien repartida y lo he puesto al horno unos 50 minutos.
¡¡Buenísima!! No tengo más palabras. Y todo eso sin buscar una receta por internet. A pelo. Con un seis y un cuatro.
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